Alguien se plantea: “No consigo que me tomen en serio”.
Confucio responde: “Es que hablas demasiado. No hables bien de ti, pues no te creerán; ni mal tampoco, porque no te creerán demasiado. El hombre perfecto habla poco. El silencio es un amigo que jamás te traicionará”
Eva Enguídanos